En un gran número de consultorios en América Latina, me he encontrado que las actividades se dividen en tres partes: El 90% se enfocan a los tratamientos de ortodoncia, y con toda razón, ¿Qué se debería hacer en un consultorio ortodóntico sino es ortodoncia?, con un siguiente 7% podemos encontrar la parte “administrativa” del consultorio y un último 3% en actividades de publicidad a la que le llamaremos Marketing aún cuando no merecería asignarle este término.
Este esquema me lo he encontrado a lo largo y ancho de América Latina y en toda clase de consultorios, desde los mejor ubicados en una zona “nice”, hasta los localizados en zonas populares. Tengo que confezar que es un mal general.
Así como me he encontrado este común denominador en los consultorios anteriormente mencionados, he visto el otro lado de la “moneda” en la que los consultorios exitosos, reconocidos, con excelente rotación de pacientes y lo más interesante, con excelentes beneficios económicos, tienen también un punto en común y digno de resaltar.
Cuando he visitado este tipo de consultorios, he tratado de analizar hasta el último detalle y en ellos he encontrado las actividades siguientes: Administración y planeación, administración del personal, capacitación, materiales de buena calidad, marketing e imagen corporativa.
Quisiera hacer notar que no pretendo dar a entender que el especialista tiene que hacer menos ortodoncia para poder hacer las otras tareas, tampoco que tiene que dedicar más de su valioso e irrenovable tiempo a las otras actividades adicionadas; lo que sí pretendo aclarar es que estas otras actividades – y en lo personal agregaría algunas más como por ejemplo la generación de experiencias, mantenerse a la vanguardia en equipo y técnicas, entre otras – que son son de vital importancia para el óptimo y eficiente funcionamiento de su consultorio y que deberían ser consideradas.
Créame, si usted consigue organizar su consultorio cumpliendo esta estructura que sugiero o alguna similar, tengo la certeza que sus procesos mejorarán, su forma de trabajo se eficientará y con ello, el inminiente aumento del beneficio económico.
Dígame algo, en su actual esquema de trabajo, ¿ha pensado en el retiro? estoy seguro que no se dedicará a la ortodoncia hasta los últimos días de su vida; ha pensado en que si se daña un equipo, ¿de dónde saldrá el dinero para la reparación?; ¿ha pensado en cada congreso al que va y paga la inscripción, vuelos, viáticos, hospdaje, el material que le ofrecieron con una “super promoción” y cuando regresa a casa, a trabajar y llenar la agenda a como de lugar para poder tener dinero para pagar la tarjeta – o tarjetas – de crédito que sobregiró?
Posiblemente creerá que puede ser complicado y enredado armar un “rompecabezas” como este, siento decepcionarlo pero es más fácil de lo que piensa, lo importante no es el ¿qué hacer?, sino ¿cómo hacerlo?.