Storytelling: Las historias venden
Hace cuatro años: Como cuando a tu hija se le hace aburrida y sin gracia tu tarjeta de presentación y te dice «papito, te corregí con mucho amor tus tarjetas»… Lo peor (o mejor) de todo es que me «decoró» unas 50 tarjetas y me pidió que las entregara en el siguiente congreso a las…